Profesionales: ENVÍO GRATIS en compras desde $150.000

 

Como profesional de la medicina estética, usted tiene un papel fundamental en la educación y orientación del paciente en relación con el cuidado diario de la piel. Una rutina bien estructurada no solo optimiza los resultados de los procedimientos estéticos, sino que también fortalece la salud cutánea a largo plazo.

 

En Le Lab de Beauté, hemos desarrollado esta guía en estrecha colaboración con dermatólogos con quienes trabajamos desde hace años, con el objetivo de brindar un enfoque clínico y actualizado que complemente su criterio profesional. Esta propuesta no pretende reemplazar la indicación médica, sino acompañar el trabajo del especialista con herramientas eficaces, respaldadas por evidencia y experiencia.

 

A continuación, se detalla un enfoque en tres etapas —Preparar, Tratar y Sellar— diseñado para facilitar la indicación de cosmecéuticos de alta eficacia en el contexto de protocolos médico-estéticos.

 


 

¿Cuántos productos conviene recomendar?

La cantidad de productos dependerá del fototipo, estado de la piel, historial, tratamientos previos y objetivos terapéuticos del paciente. En pieles sensibles, con afecciones inflamatorias o en etapas iniciales del tratamiento, se sugiere comenzar con una rutina básica (tres a cuatro pasos) y aumentar la complejidad gradualmente según la tolerancia y evolución.

 


 

Estructura de la rutina

1. Preparar (Limpieza y Acondicionamiento)

Objetivo: eliminar impurezas, equilibrar el pH y optimizar la absorción de activos.

Producto sugerido:
Biotic Balance – Espuma de Limpieza Facial
Espuma suave y efectiva que elimina maquillaje, sebo e impurezas sin alterar la hidratación ni la microbiota cutánea.

  • Activos: prebióticos (inulina, oligosacáridos de raíz de achicoria) y ácido láctico.

  • pH eudérmico (5,5)

  • Resultados: piel limpia, suave y equilibrada, sin sensación de tirantez.

  • Modo de uso: aplicar 1–2 bombas sobre el rostro húmedo, masajear suavemente y enjuagar con agua tibia.

Esta opción es particularmente beneficiosa para pacientes con piel sensibilizada por procedimientos cosmético‑médicos, ya que respeta la microbiota y fortalece la función barrera.

 


 

2. Tratar (Corrección Activa)

Objetivo: abordar preocupaciones específicas mediante activos con respaldo científico.

Recomendaciones de aplicación:

  • Aplicar los productos de menor a mayor densidad: acuosos → anhidros → emulsiones o cremas.

  • Priorizar el activo según la necesidad principal del paciente.

  • Evitar la introducción simultánea de múltiples activos potencialmente sensibilizantes.

Ejemplos por indicación:

Indicación Producto sugerido
Hidratación intensiva Microesferas de Vitamina C
Firmeza Extra Firm
Hiperpigmentación Blanche Effect
Acné leve Crema con Ácido Mandélico
Renovación dérmica Hialurónico y Retinol

 

3. Sellar (Hidratación y Protección)

Objetivo: restaurar la función barrera, reducir la pérdida transepidérmica de agua (TEWL) y proteger frente a factores ambientales.

Recomendaciones:

  • Protección solar (uso obligatorio en rutina matutina): seleccionar filtros adecuados según tipo de piel.

 


 

Consideraciones clave

  • Evite la superposición de activos potencialmente irritantes, especialmente al inicio de un tratamiento dermatológico o estético intensivo.

  • Individualice cada rutina según el estado de la piel, tratamientos activos y objetivos.

  • Eduque al paciente: una explicación clara sobre el propósito de cada paso mejora notablemente la adherencia al tratamiento domiciliario.


 

Ejemplo de protocolo básico

Rutina diurna (AM):

  1. Limpieza suave

  2. Suero hidratante (ácido hialurónico o niacinamida)

  3. Antioxidante (opcional, según necesidad)

  4. Fotoprotección de amplio espectro

 

Rutina nocturna (PM):

  1. Limpieza (doble si hubo maquillaje o SPF alto)

  2. Exfoliante (1 a 3 veces por semana, según tolerancia)

  3. Activo principal (retinol, péptidos, niacinamida, etc.)